...Y cuando llegó el duende convirtió lo paranormal en cotidiano.
Con su bolsita de afán echó miserias a la sopa y se apropió de mi casa.
Las hortalizas perdieron el precio y fueron cambiadas por
malabares.
_¡No lo culpes! _exclamó Paciencia.
_Dentro de un caimán perdió su varita mientras odiaba al gigante, y
fue salpicado sólo con pan. Repartía optimismo hasta que su luz se
cansó... ¡Y así está de loco!
_Lo sé, Paciencia, lo sé.
_Duende, ¿queda más sopa?
jueves, 25 de agosto de 2011
miércoles, 24 de agosto de 2011
La contemplación del enanuco.
a Silvia.
mis labios
eterno marco de besos
inquietos
salvajes
húmedos ladrones del tiempo.
no existe movimiento más allá de la pauta
que emanas.
flujo necesario que desborda semillas
en instantes largos
o corto infinito
naturaleza seductora anclada a mi.
he perdido la noción de los cuerpos celestes
en mi trazar ignorante de constelaciones ficticias.
(todas las direcciones conducen al clímax)
presumo de ver cuando vendas mi frente
sin quedar ciego ante la radiación
que dispones.
así se esfuma mi ego
sobre forma divina
por estar comprometido
a ti
¡oh! creadora de paisajes abstractos
imagen sin taras
de los hombres derramando
su orgullo en cada imperfección
que me somete.
Sí! puedo encerrarte en un verso
Imaginarte entrada en años
Lavando mis piedras entre flores.
Vida prometes más soy inerte si faltas.
Impulso recorriendo mi lecho
Amapola y toda clase de dicha.
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